En el libro Maravillas del crepúsculo encontramos, a propósito de las intransigentes situaciones vividas por el protagonista, una descripción de lo que él considera la vida de un libro, en la que, nos muestra, se puede encontrar el alma humana:
“Pero aunque ni un pelo de mi cuerpo ardiera en la pira de esa gente, sentí el calor del odio que albergan contra mí, de esas ansias de venganza que empujan a un hombre a destruir a otro en el fuego como si fuera un librillo prohibido... Pues, ¿dónde está la diferencia? En cada libro puede hallarse el alma humana […] Ver arder un libro... Me duelen los ojos... En las llamas que se alzan escucho la respiración de quien compuso el texto, la respiración de quien escribió las palabras, letra a letra, la respiración de quien lo lee... Oigo cómo los tres respiran como un solo ser, al mismo tiempo inspiran, espiran hasta que el fuego absorbe el espíritu de los pulmones y con él la convivencia de quienes dieron vida al volumen, como la tierra fértil que hace elevarse los tallos de diferentes flores...”
SJON. Maravillas del Crepúsculo. Madrid: Nórdica Libros, 2011.
“Pero aunque ni un pelo de mi cuerpo ardiera en la pira de esa gente, sentí el calor del odio que albergan contra mí, de esas ansias de venganza que empujan a un hombre a destruir a otro en el fuego como si fuera un librillo prohibido... Pues, ¿dónde está la diferencia? En cada libro puede hallarse el alma humana […] Ver arder un libro... Me duelen los ojos... En las llamas que se alzan escucho la respiración de quien compuso el texto, la respiración de quien escribió las palabras, letra a letra, la respiración de quien lo lee... Oigo cómo los tres respiran como un solo ser, al mismo tiempo inspiran, espiran hasta que el fuego absorbe el espíritu de los pulmones y con él la convivencia de quienes dieron vida al volumen, como la tierra fértil que hace elevarse los tallos de diferentes flores...”
SJON. Maravillas del Crepúsculo. Madrid: Nórdica Libros, 2011.
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